Si el otro día hablábamos de la importancia de las listas de distribución propias, a la hora de realizar nuestras campañas de Email marketing: la importancia de quién llama a la puerta, o lo que es lo mismo, la línea del remitente, debe tenerse también muy presente para conseguir buenos resultados.
Si no me dices quién eres, no abro la puerta
Imaginemos que visitamos a la persona que nos gusta, nos ponemos bien guapos, preparamos lo que le vamos a decir, le compramos flores y pensamos mil razones para que se quede con nosotros. Si cuando llamamos al timbre y pregunta “¿quién es?” no respondemos, lo más probable es que nada haya servido, porque no abrirá la puerta.
En el email marketing sucede algo parecido. En ocasiones, nos preocupamos del contenido del mensaje, de su diseño, de a quién se lo enviamos, y olvidamos un aspecto tan básico como la línea del remitente.
Dado el nivel de saturación y de spam que la mayoría sufre en sus bandejas de entrada, cuando nuestros destinatarios desconocen o desconfían de quién envía un mensaje, generalmente lo ignoran. Como cuando tocan a la puerta y no ves a nadie por la mirilla…
Tasa de efectividad según el remitente
Un estudio de la consultora Cabestan señala que el formato de remitente que más tasa de apertura genera es aquel que incluye “Empresa – Departamento de la empresa”. Por ejemplo: “Digiworks – Servicio de Atención al cliente”. A este formato le sigue el que incluye directamente el departamento, algo más concreto. Por ejemplo: “Departamento Comercial de Digiworks”.
Curiosamente, a la hora de concretar en una persona física el remitente para potenciar la proximidad entre la marca y el cliente, los nombres femeninos generan mejores resultados de apertura. Así, “Diana – Área Marketing de Digiworks”, sería una buena opción a la hora de escoger formato de remitente.
Si alguna vez habéis estado registrados en la empresa de venta por catálogo Venca, seguro que os suena el remitente “Alicia Martín – Relaciones con los clientes VENCA”. Un ejemplo de buena elección del remitente, a la luz de los datos.
Por último, la denominación “Newsletter – Empresa”, también resulta eficaz y clara para propiciar la apertura del mensaje cuando se trata de enviar nuestras noticias o publicación periódica.
Cuando envías Newsletters, ¿te entiende tu público?
A propósito de esto, querría lanzaros una reflexión. Muchas veces nos empeñamos en utilizar el término “Newsletter”, cuando podríamos emplear perfectamente “Boletín”, “Boletín de noticias”, “Novedades del sector”, o cualquier otra alternativa. La mayoría lo utilizamos porque nos hemos acostumbrado a utilizar el término y porque “Newsletter” suena mucho más cool que “Boletín”, sin duda. En absoluto me considero una purista de la lengua, pero realmente me sorprendo a mí misma en más de una ocasión explicando a gente del entorno e incluso clientes qué es una Newsletter. Os invito a que hagáis la prueba: preguntadle a vuestra madre / padre qué es una newsletter…
¿Es posible que a veces perdamos el contacto con la realidad de cómo hablan nuestros públicos y a veces compliquemos las cosas en lugar de hablarles en su idioma? Si suena mejor pero no se entiende bien, ¿es más eficaz? Ahí lo dejo…
Imagen | Milk Milk1
En Digiworks | Cada vez que saco una promoción de cupones, pierdo dinero